Es un tratamiento inductivo. Son radiaciones electromagnéticas que producen un retro-calor, es decir, un calor que se produce en profundidad y sube a la superficie de la piel calentando simultáneamente la capa superficial, genera por tanto un aumento de la temperatura en la zona en la que se está trabajando de entre 4 y 5 grados por encima de la temperatura de la piel lo que produce una coagulación directa del colágeno dérmico. De este modo, los fibroblastos de la zona tratada se activan y producen una síntesis de nuevas fibras colágenas y elásticas para mejorar el tono de la piel, produciéndose de esta forma una regeneración celular. Obtenemos una piel más tersa y firme.
Por su inmediato efecto tensor es el tratamiento de elección para la flacidez cutánea y corporal.
Ayuda a mejorar la piel de naranja ocasionada por la celulitis ya que consigue rellenar los micromódulos de grasa mejorando así visiblemente su apariencia.
La mejoría en la calidad de la piel es debida a la mejora del metabolismo celular, el incremento de la elasticidad y mayor oxigenación del tejido.
El efecto inmediato de la aplicación de la radiofrecuencia es la retracción del colágeno, con más o menos rapidez según los casos, creando elastina para rellenar la piel. Lo que se pretende conseguir es la reestructuración del colágeno profundo, con la formación de nuevas fibras que sustituyan a las envejecidas y hagan los tejidos más elásticos y firmes.
Desde la primera sesión, la piel está más lisa y firme. Pero el verdadero resultado comienza entre los 30/40 días, que es el periodo que tarda el colágeno en conseguir una mayor activación. El efecto de tensión se aprecia de forma gradual y progresiva a partir del mes del tratamiento. Según cada persona puede variar el resultado, puede ser inmediato o puede tardar varias sesiones en ser más visible ese mejoramiento de la piel, ya que dependerá del estado en que se encuentre el colágeno de la persona.
La radiofrecuencia no puede ser tratada en personas que embarazadas, en periodo de lactancia, cardiopatías, problemas sanguíneos, esclerosis, cáncer, marcapasos, flebitis, insuficiencia hepática y renal, cirrosis hepática, lesiones cutáneas, dermopatías, procesos inflamatorios graves, alteraciones de la coagulación, enfermedades del tejido conectivo y neuromusculares, así como en personas que se hayan realizado implantes de colágeno recientes.
Realizar el tratamiento una vez por semana durante 6 semanas seguidas. Posteriormente, realizar sesiones de mantenimiento cada 4/6 meses.
Entre 20 y 40 minutos.
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